Club Deportivo Caspe
 

Antes de 1923/24


No se tiene plena certeza de cómo empezó el fútbol en Caspe, puesto que no nos ha llegado ninguna crónica escrita que pueda atestiguar fehacientemente este interrogante y las personas que han sido entrevistadas no disponen de una valoración global que clarifique la situación determinante suscitadora de este movimiento, quizás porque entonces nadie pensaba que iba a fraguar en la forma y manera que lo ha hecho a lo largo de los años.

Las circunstancias que rodean un hecho histórico o una corriente de masas no se pueden circunscribir sólo a un estudio localista, por ello vamos a ampliar nuestro radio de acción y así trataremos de contestar a la primera cuestión que nos hemos planteado.

El "Foot-ball" entra en España en los años que anteceden al principio de siglo por las ciudades costeras, dado el frecuente contacto con los ingleses, bien fueran marinas (Vigo, Bilbao y Barcelona) o mineras (Huelva y Aguilas-Mazarrón). Muy pronto también se conocería este fenómeno en el interior (Madrid), porque allí se centralizaba la vida cultural y era lógico que convergiesen los que habían salido a airearse un poco.

Son años en los que es muy difícil aclimatar cualquier deporte que no fuera el muy español de la pelota vasca, practicado en todo el norte, puesto que lo más arraigado popularmente era la Fiesta Nacional. El Guerra, Frascuelo y Lagartijo eran los primeros espadas y por ende, los nombres más conocidos por la gente que acudía a presenciar los espectáculos.

Con el desarrollo más modesto de otros deportes: tenis, ciclismo, hockey, polo, golf, cricket, gimnasia, el aristocrático tiro de pichón o el despuntante automovilismo, compitió el fútbol llamado muy pronto a escalar de forma espectacular entre los deportistas de la época.

En Zaragoza, la primera noticia que se tiene sobre esta actividad hay que recogerla en las páginas de "Heraldo de Aragón" (20-XI-1903), con la constitución del Zaragoza Foot Ball Club. En 1909 surgen varios grupos que se constituyen en sociedades, siendo los más importantes el Español, formado por muchachos procedentes de la alta sociedad, y el Iberia, con los obreros y trabajadores de los talleres Escoriaza.

Pasa el tiempo y la afición se revitaliza en 1916 cuando la gran Primera Guerra trae a Zaragoza a unos alemanes que venían del Camerún, dando un gran impulso a la implantación de este deporte, ello traería consigo, en marzo del 22, la formación de la Federación Aragonesa de Sociedades Deportivas por parte del Iberia S.C., Unión Deportiva, C.D. Fuenclara y Stadium, con dos secciones: fútbol y atletismo, siendo el primer presidente don José María Gayarre.

Posteriormente se escinde la sección de fútbol, creándose la Federación Aragonesa de Clubs de Fútbol. En agosto del 22 los señores Gayarre, Aizpurua, Perrote, Portolés y Sánchez-Candial (don Jorge) reciben un escrito de la Federación Española de Fútbol que decía: "Tengo el gusto de comunicar oficialmente ha quedado admitida la Federación Aragonesa en la Asamblea última a reserva de calificarla en la extraordinaria de septiembre".

El 28 de septiembre de 1922, a las 18.30 horas, comienza la Asamblea de Constitución de Clubs de Aragón para redactar Reglamentos y Estatutos, a la que asisten los clubs: Stadium, Iberia, Fuenclara, Universitaria, Huesca, Gimnástica, Aragón, Unión Deportiva Aguila, Agrupación Deportiva y Somport de Jaca. El primero de octubre se constituye oficialmente la Federación y acuden a la Asamblea de Madrid don José María Muniesa y don Amado Monforte, de regreso, este último con don Emiliano Huerte y don Vicente Pamplona forman el Comité de Arbitros de Fútbol de Aragón.

Durante los días 17 y 18 de octubre en las Fiestas del Pilar de Zaragoza juegan dos partidos el F.C. Barcelona (campeón de España) y el Madrid F.C. (ex campeón de España y campeón de la zona centro). Gana los dos partidos el equipo catalán por 5-2 y 4-2.

La primera temporada oficial es la 22-23 y fue ganada por el Iberia, al vencer a los equipos del Fuenclara, Deportiva y Stadium. El Zaragoza F.C. se proclamó campeón de la segunda categoría.

Hasta aquí una síntesis del camino que inicialmente llevó el conocimiento del fútbol en nuestro país y la difusión que pronto tuvo en la capital aragonesa con, incluso, la creación de un ente que unificara los deseos de todos hasta el extremo de organizar la primera competición entre las fronteras regionales. El movimiento futbolístico en Zaragoza capital se desarrolló en un favorable caldo de cultivo que contagió, por simpatía, a otras zonas limítrofes. No es extraño pues, que también tuviera un punto de arranque entre los caspolinos hasta convenir en la formación de un club que patrocinara y organizara la práctica de este deporte.

No obstante, ya se conocía en Caspe con algunos años de antelación la existencia de la pelota y como debía usarse. Lo recoge Félix García Martínez en la revista "Vínculo" que salía a la luz en la Navidad de 1970 "...el conocimiento del primer balón en nuestra ciudad ocurriera en el año 1916. Llegó este balón como regalo para un niño en su primera comunión y procedía de Francia..." y posteriormente añade "...los hermanos Potestad que habitaban con su familia en la Torre de los Frailes solían veranear en San Sebastián y de allá trajeron las normas y usos".

El cuadernillo "Regate" que editaba el periódico zaragozano "Aragón Exprés", en un monográfico dedicado al C.D. Caspe (16/1/76) y basándose en los comentarios y recuerdos de don Manuel Ráfales, jugador y directivo en la primera época, dice: "En los comienzos del año 1920 se vieron los primeros brotes de afición por el fútbol y los jóvenes caspolinos ya empezaban a improvisar campos de juego donde todos corrían tras un balón adquiriendo una afición que perduraría a lo largo del tiempo".

Así llegamos al año 1923 que sería crítico para la definitiva implantación del fútbol en Caspe. Según los datos aportados por el señor Ráfales a "Regate", sería don Santiago Guiral Centellas quien hiciera una gran labor en torno a la formación del club, aunque las más de las voces apuntan a los señores Latorre, hermanos Faci y Morales, estudiante de Medicina en Zaragoza, como los instigadores de llevar a la práctica esta idea y fundar el club caspolino.

Sea como fuere, lo cierto es que se paso de jugar en las eras, con unos montones de ropa o dos piedras por porterías y un envoltorio de trapo, paja, papel o cosas ligeras a modo de pelota y sin árbitro, a la creación y formación de un club que canalizara ilusiones y aunara esfuerzos por hacer realidad lo que en otras zonas vecinas, Cataluña y Zaragoza, era ya un hecho.

Buena prueba de lo antedicho viene recogido en las páginas del diario zaragozano "El Noticiero" cuando el primero de marzo del 23 publica "reina un gran entusiasmo entre los entusiastas del Foot-ball ante la creación de una importante sociedad que está construyendo un hermoso campo de deportes en terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Caspe".

Sería definitivamente el 13 de marzo de 1923 cuando tiene lugar una reunión en la que se forma la primera Junta Directiva y que está compuesta por:

Presidente, don José Latorre;
Vicepresidente, don Santiago Guiral;
Secretario, don Genaro Arbonés;
Vicesecretario, don Antonio Abós;
Tesorero, don Fermín Faci, y
Vocales, don Ignacio Castillón, don Agustín Aguilar, don Martín Bordonaba y don Emilio Bordonaba.

El periódico local "El Guadalope" recoge en su edición del día 18 y refiriéndose a la reunión antes citada un artículo firmado por Goal, que afirmaba: "El Club deportista se eleva por momentos y va adquiriendo la pujanza que era de esperar, dado el entusiasmo que en su constitución pusieron la gente joven de la buena sociedad caspolina". Asimismo, Goal en su colaboración ponía el énfasis "...en el atrayente y sugestivo juego del balón que es el primer peldaño para subir al fastuoso recinto de la moral y las buenas costumbres de la juventud" y concluía su colaboración añadiendo "...en apoyar y defender las buenas costumbres es el lema de nuestra característica, que, decididamente no desmayaremos hasta conseguirlo todo aquello que constituya honor y cultura para nuestra ciudad".

Aunque la ilusión y las ganas de salir adelante no faltaban entre los primeros futbolistas caspolinos, no se puede dejar de lado el entorno cultural y político en el que se desarrollaban aquellas fechas, así, el mismo "Guadalope", recoge en su número 247, del 6 de mayo "El equipo de fútbol de esta ciudad, que durante el período álgido de la lucha última política, había suspendido las maniobras de entrenamiento, ha vuelto a su vida normal". Para seguir su comentario, haciendo alusión al que es el primer partido y desplazamiento del que tenemos noticias en su incipiente historia "...vuelven pues, según me dicen, con el mismo ardimiento e interés que a su constitución, toda vez que en estos momentos están emplazados por el Fabara, en donde tendrá lugar un encuentro a mediados del mes actual".

En el panorama estival de aquel año, el fútbol sigue en Zaragoza su rápida expansión. A nivel popular se están jugando dos campeonatos, uno escolar y otro callejero, y paralelamente, de forma oficial el 24 de julio, hay una Asamblea del Fútbol Aragonés nombrando nuevo presidente a don José María Muniesa. En el resto de la región surgen también nuevos clubs que persiguen impulsar de forma activa este movimiento: U.D. Huesca, C.D. Binéfar..., o sencillamente, sirven como dato identificativo de la localidad a la que representan: Barbastro, Luceni, Casetas, Borja, Daroca, Zuera, Calaceite... En Caspe, la historia no se detiene y todo está dispuesto para inaugurar el primer campo de fútbol en las Fiestas Patronales del año cero: 1923.


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