Club Deportivo Caspe
 

Temporada 1963/64


El C.D.Caspe está inmerso en una profunda crisis. A una renovación le sucede otra y no se halla la piedra filosofal capaz de apaciguar controversias que remitan la vertiginosa caída en el vacío del desdén. Inconsistencia de sucesivos proyectos, mas "pone-parches" que planes serenos y concienzudos pensados en como salir de tan delicada situación. Esta temporada, igual a la anterior, va a vivir las prisas del cierre y hasta el último momento no se concreta una candidatura que ponga fin a la indefinición que sufre la entidad. Las 60.000 pesetas de deuda que arrastraba el Club doce meses antes no se han conseguido paliar, todo lo contrario, la evolución es negativa y la suma aumenta peligrosamente. La sociedad sigue teniendo un verdadero cáncer en las cuentas, estas no se regularizan y es frustrante apreciar cómo la positiva presencia en la competición no se ve compensada con mayores ingresos que mitiguen los gastos producidos. No obstante, en el ámbito social-deportivo se va avanzando en la idea de constituir un equipo de casa que merme la evidente sangría producida al pagar determinadas sumas por los refuerzos.

Al cuatrienio de Florencio Repollés como Presidente, sigue formando parte muy activa del fútbol caspolino, le sucede una corta etapa con Joaquín Celma al frente del Club (Temporada 62/63). Este, que asume el cargo obligado por las circunstancias, es consciente de que nadie cubre la vacante creada y casi sin plazo da el paso adelante. La experiencia no resulta todo lo positiva que cabría esperar y al no hallar el consenso suficiente entre las diversas fuerzas pujantes de la sociedad caspolina se ve forzado a dejar el puesto como máximo representante, aunque siga trabajando en pro del equipo. En puertas de una nueva temporada (63/64) la situación vuelve a repetirse. Hasta los últimos momentos no se encuentra una solución. Definitivamente y con la aprobación general es nombrado Presidente un hombre capaz de responder con su pecunio particular cualquier hipotética desviación financiera y en mayor medida, disponga de los contactos necesarios que faciliten alargar plazos e incluso condonen pagos.

La seguridad crematística aportada por la nueva cabeza visible alejará todo fantasma desvanecente. Ello, acompañado por la obligación de confiar en los chavales de casa, auténtica piedra de toque para que los gastos no se disparen, sentará las bases a una distinta política de Club aplicada en la siguiente etapa, con una fórmula cooperativista en la que los jugadores son empresarios de sí mismos. Pero hasta llegar a ese momento y para que todo el mundo lo asuma no sintiendo aversión con su puesta en marcha transcurre un "bi-año" (63/64 y 64/65), que servirá de colchón entre dos épocas bien diferentes. En todo caso, la transición de una modalidad a otra no será simple y el cambio se producirá de forma traumática, con el riesgo siempre latente de la desaparición.

Joaquín Celma presenta la dimisión al término de la temporada anterior. Ha conseguido mantener al equipo en Tercera con una aceptable clasificación, dando mayor entrada a jugadores locales pero por contra multiplicando la deuda del Club. De las 60.000 pesetas que debía el Caspe se pasa a las 141.296,10 pesetas, de ellas 49.843,10 al Banco Aragón por un crédito y 43.000 a jugadores por sus fichas. Tal desfase en los balances hace peligrar seriamente la continuidad de la histórica sociedad. Pasan los meses de verano y prácticamente en el último momento, a dos semanas para el comienzo de la Liga, hay una reunión en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Caspe presidida por el Alcalde, don Miguel Morales Cortés, a la que tan sólo asisten veintitrés de los doscientos socios adscritos a la entidad. Afortunadamente, tras dos horas de discusiones don Alejo Lorén acepta el pláceme de encabezar un nuevo proyecto, comprometiéndose por un año que se extenderá a dos temporadas.

La celebración de la Asamblea desprende un cierto halo de esperanza. Se constituye una nueva Directiva, cuyo fin será afianzar el fútbol en la localidad, acordando para ello una primera medida de choque: solicitar ayuda urgente al pueblo que sirva para desatascar el embudo presupuestario existente.

La Junta queda formada por:
- Presidente, don Alejo Lorén Albareda.
- Vicepresidente 1.º, don Vicente Olona Gavín.
- Vicepresidente 2.º, don Cándido Piazuelo Anós.
- Vicepresidente 3.º, don Isidoro Ricart Peralta.
- Vicepresidente 4.º, don Julián Martín Falcón.
- Vicepresidente 5.º, don Joaquín Celma Azcón.
- Secretario General, don José Horrios Záforas.
- Secretario de Juntas, don José Callao Centellas.
- Secretario Técnico, don Florencio Repollés Julve.
- Tesorero, don Francisco Blasco Freja.
- Vocales, don Manuel Andréu Cirac, don Jesús Ezquerra Albesa, don Octavio Jover Gimeno, don Joaquín Camas Timoneda, don José Cubero Zabay, don Aurelio Clavería Gracia, don Enrique Artal Grasa y don Antonio Albesa Centol.

En materia económica, el pueblo de Caspe responde con generosidad, una vez más, a la llamada agonizante, en este caso, del Club de fútbol. Se abre una cuenta bancaria a beneficio de la Sociedad que encabeza el Ayuntamiento con 30.000 pesetas, realizándose un seguimiento a través de las ondas de Radio Caspe por el ''bien-conocido" Tiberio. Cinco días más tarde ya hay 80.000 pesetas recogidas y a las dos semanas de comenzar la colecta suman 143.898,50, dos mil quinientas pesetas más de las necesarias. La respuesta de los caspolinos había salvado la cita obligada en la tarde dominical. Las personas que aportan su granito de arena protagonizan todo tipo de anécdotas... curiosas unas, edificantes otras o en algunos casos llenas de ternura, inocencia y desprendimiento como la llevada a cabo por un niño, hijo de minero, que llama a la emisora para donar todo lo que encierra su hucha: 25 pesetas.

La directiva elabora un presupuesto de 481.648'30 pesetas y contacta con cinco jugadores, uno por linea, que componen este año la plantilla de refuerzo:

- Angel Soto, portero. Conocido ya por los aficionados que ahora prolonga su estancia, domicilia su residencia e incluso funda un negocio.
- Manuel Tomeo, defensa. La ficha mas cara que debe asegurar la zaga.
- Mariano Soro (Titín), centro-distribuidor. Sigue bajo la disciplina del Caspe una temporada más.
- José Baila, medio-punta. Veterano ex jugador del Real Zaragoza que pone su toque de distinción y calidad al juego, protestado en ocasiones por su frialdad.
- Angel Ramón, delantero centro. Espigado atacante que prorroga ficha ocupando la plaza de rematador.

La lista se cierra con las incorporaciones del hijarano Lahoz y la vuelta de Gómez Callao por gestión directa de Vicente Olona. El Vicepresidente viaja a menudo a Sabadell, en uno de sus desplazamientos consigue la baja de Gómez del Manresa y lo ficha gratis para el Caspe. El jugador convalecía, "...de la lesión más grave que he padecido en mi carrera deportiva, rotura del ligamento externo del tobillo".

La operación concluye con el fichaje de un entrenador que deberá encajar las diferentes piezas puestas en su mano. Florencio Repollés, Secretario Técnico, guarda amistad con un antiguo estudiante de Derecho, con el que había coincidido en los Juegos Universitarios: José Antonio Castell Alonso. El nuevo "míster" caspolino saca el carnet en Julio del 62 y tras pasar un año por el Arenas accede al Caspe por 4.000 pesetas. "Llegué al Club con el equipo ya formado. La base estaba compuesta por Jugadores de casa con unos buenos refuerzos de fuera. Entrenaba con los de Zaragoza en la Ciudad Universitaria sin costo alguno para el Club y viajábamos a Caspe en un taxi. El Campeonato sale bien, pero al final nos dijeron que no había dinero para todo y bajó el rendimiento deportivo".

El Club Deportivo Caspe no desentona en el torneo de la regularidad. La categoría de bronce del fútbol español esta compuesta por equipos que cuentan con una mayor masa social tras sus colores y la séptima plaza en la tabla, con cuatro positivos, denota el buen trabajo realizado. A lo largo de los meses se producen numerosas curiosidades, anécdotas que sirven la pequeña historia de cada cual:

- En el primer partido de Liga, la directiva entrega un certificado al alcalde que dice: "La Junta Directiva en su primera reunión acordó por unanimidad conceder al Ilmo. Sr. D. Miguel Morales Cortés el nombramiento de Presidente Honorario a perpetuidad por sus desvelos en pro de este Club desde su fundación. Caspe, 15 de Septiembre de 1963". El testimonio acompaña 16 firmas.
- El domingo que abre el último mes del año visita Caspe el Tarazona. A lo largo del encuentro y por disconformidad con las decisiones del colegiado, había expulsado al portero, se retiran los jugadores turiasonenses del campo y aún sin llegar a vestuarios, a los cinco minutos vuelven al terreno de juego precedidos por una "pita general".
- Al domingo siguiente el Caspe debe rendir visita a Huesca. Viaje imposible por la gran cantidad de nieve caída que imposibilita la marcha, tal contrariedad se torna en decepción en tierras oscenses al recibir el telegrama anunciador a las dos de la tarde. El partido se aplaza para el ocho de marzo.
- El segundo acto del Huesca-Caspe pasa de lo formal a lo grotesco. El choque está presidido por el Ministro de Trabajo, que visitaba tierras del Alto Aragón. Era una tarde con una temperatura bajísima... "... hacía tanto frío que helaba la palabra", recuerda Manuel Ráfales Jarque, "en el descanso no obsequiaron con café y licor para combatir el ambiente, de tal guisa, que entre el masajista y el directivo que habitualmente nos acompañaba dieron perfecta cuenta del contenido de la botella". Ambos personajes entraron pronto en calor, tanto corporal como mental, protagonizando una discusión con los aficionados que terminó en Comisaría. La situación se resolvió favorablemente al presentarse el entrenador caspolino... "... como era Delegado Provincial de Falange, preguntó por el Gobernador y gracias a su influencia y bajo su custodia los dejaron libres sin cargos".
- Este es un invierno muy crudo y en especial el mes de diciembre, son varios los partidos aplazados. El Caspe-Numancia es suspendido y al domingo siguiente, en el Monzón-Caspe, el árbitro decreta su fin al poco tiempo de haber comenzado. "Habían recargado con tierra el campo...", recuerda Javier Gracia Galicia, "...pero no fue suficiente y aquello era un barrizal, algunos jugadores se quedaban clavados y la pelota no adelantaba".
- Los enfrentamientos con el Huesca tuvieron este año un algo especial. Si controvertido fue el encuentro jugado en la capital oscense no menos chocante resultó el disputado en Caspe. Antes de comenzar el partido se entregó al Presidente un balón firmado por jugadores y directivos en reconocimiento a su labor, alegría que contrastó con la multa que la Federación impuso al Club por lanzar piedras a un juez de línea.
- La antepenúltima jornada trae un Numancia-Caspe. Con el objeto de ahorrar dinero, la expedición viaja a Soria en coches particulares, deteniéndose a mitad del trayecto para comer: "Hicieron una costillada con ensalada y mucho ajó", recuerda José Antonio Castell, "tanto ajo, que no sé como pudieron saltar al campo". El Numancia pugnaba con el Calvo Sotelo por ascender de categoría y ganó ampliamente el encuentro. "En el Numancia...", dice Manuel Ráfales, "...jugaba un tal Julito, cedido por el Aragón, marcó cinco de los seis goles y me llevó por la calle de la amargura".

Pero el C.D.Caspe también exporta jugadores. Javier Monclús Godina ficha por el Real Zaragoza Juvenil, "... fue a raíz de la eliminatoria con ellos el año anterior". A los directivos zaragocistas les había causado buena impresión la agilidad del portero y negocian la baja del Caspe. El Club, con dos porteros Soto y Loste, no ve inconveniente en facilitar el camino al joven Monclús. Este se desplaza tres veces por semana a Zaragoza con todos los gastos pagados, "... para el partido subía en tren el viernes por la tarde o el sábado por la mañana, jugaba y me volvía a casa". Pero llega un momento en el que ya no puede continuar con tan ajetreada vida y plantea otro tipo de solución al Zaragoza, "... me metieron en un hotel junto a Planas y Porta". Quedan campeones y el caspolino es llamado a la selección, "... la cosa no cuaja, me proponen ir cedido a otro equipo y viendo que no iba a vivir del fútbol me vuelvo al pueblo". El Zaragoza, sin embargo, antes de dejar libre al jugador le firma un precontrato para poder recuperarlo en el hipotético caso de que destacara.

El C.D.Caspe termina la temporada muy ajustado económicamente pero consigue equilibrar presupuesto, hecho que no se producía en las últimas temporadas. El secreto, según el Presidente Alejo Lorén, "... porque fui pidiendo dinero a todo el mundo. El Director General del Banco Aragón, don José Joaquín Sancho Dronda, me dijo: Alejo, tú tienes la obligación de pedir y yo de dártelo. Aquella frase se me quedó grabada". Cuando venía alguna atracción al pueblo el Club arrendaba el recinto o se hacía cargo de las taquillas a comisión. "Los taxistas se portaron muy bien, entre ellos Perdiguero, nos perdonaron muchos viajes". Alejo Lorén asegura que... "... aunque la gente creyó que puse dinero no fue así". En todo caso, se auto-alquiló el campo para que lo usaran sus hijos en horas nocturnas, y no había luz artificial.


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