El partido de ayer fue un partido difícil como todos los partidos de Tercera, que tiene su coste y tiene su dificultad. Cada partido vale oro.
Tener la primera titularidad fue fruto del entrenador y de la confianza que tiene depositada en mi y ser merecedor de ir trabajando semana a semana.
Me encontré con la confianza de mis compañeros porque desde fuera y desde dentro del campo siempre me dan la suficiente confianza y, sobre todo, el entrenador porque fue el que me dijo las palabras y me dio la suficiente confianza para entrar al campo con tranquilidad y que estoy capacitado para hacerlo.
Sí que me arroparon muy bien los compañeros y el entrenador. Cada balón que tocaba y cogía el balón intentaba irme, fuera o no me fuera, los compañeros me aplaudían y me seguían animando y es algo que se agradece y que suma.
Sentí una gran alegría y una gran confianza porque saben que siendo tan joven, saben la ilusión que me hace y, sobre todo, por este club.