Los breanos vuelven a conocer este año el amargo sabor del descenso que, sin duda, les servirá para coger impulso y reeditar lo que sus aficionados han vivido en las últimas campañas. Unos años para la historia futbolística que todavía llama a la envidia de propios y extraños.
Sin nada, pues, en juego, más que terminar la competición con la mejor cara, ambos equipos ponen el colofón a su trayectoria vital anual, dando paso a la ilusión por un nuevo reto para el que todavía restan meses de trabajo y buena voluntad.
Y mientras el CD.Caspe viaja con el horizonte de la décima plaza, aunque no dependa de sí mismo, el CD.Brea podría subir a la décima sexta, que no le apartaría del descenso, pero le llevaría a la tercera victoria consecutiva, tras los triunfos frente a Cuarte y Ebro de las dos jornadas anteriores.
En cuanto a los precedentes entre ambos clubes en tierras arandinas, sus respectivos equipos han disputado cinco encuentros, con una victoria caspolina, tres breanas y un empate. El último partido corresponde a la temporada 17/18 con ventaja local por dos goles a cero.