Por contra, el Club Deportivo Caspe vuelve a jugar frente a sus aficionados con la certeza de haber mejorado en los resultados en el último mes del calendario, un hecho que incentiva a los caspolinos para seguir bregando por romper su suerte este año.
Es decir, ambas plantillas tienen ante sí una jornada estimulante para echar sobre el césped de los Rosales su determinación por hacerse con los puntos en juego.
Y, además, ambos conjuntos se avienen el domingo con unos números muy parejos en el último mes. Tanto el CD.Ebro como el CD.Caspe han sumado ocho puntos de dos victorias y dos empates.
Pero si levantamos la vista y sopesamos el rumbo de la liga, es verdad que los de La Almozara llevan dieciocho jornadas en puestos de promoción, posiciones que han culminado ahora con la primera plaza.
El CD.Ebro es un equipo que no sobresale en ninguna clasificación en solitario, a excepción de la general, pero tiene una destacada implantación en todas las demás. No obstante, el conjunto zaragozano muestra su talón de Aquiles en las salidas donde ha sumado diez puntos menos que los logrados en El Carmen.
En definitiva, partido trepidante el que se espera en el estadio caspolino, este domingo desde la cinco de la tarde.
En cuanto a los precedentes, los equipos de fútbol de los dos clubes se han enfrentado en Caspe en nueve ocasiones, con cuatro victorias locales, dos visitantes y tres empates.
En la temporada pasada, los de La Almozara vencieron en el único partido que los caspolinos perdieron en casa y en la presente competición liguera, en el encuentro de la primera vuelta, los puntos se quedaron en Zaragoza con un gol de su máximo anotador, Paki, a cuatro minutos del final.