El conjunto de Javier Romero visita al segundo clasificado de la general con la esperanza de recuperar la reciente salida de la zona vip de la categoría.
No será, por otra parte, un plato de fácil digestión para los caspolinos. El filial oscense encadena tres victorias seguidas y frente a equipos de enjundia en el grupo aragonés de la Tercera Federación. A la victoria en Belchite, le siguieron los triunfos en casa frente al Cuarte y el domingo pasado en campo del Ebro.
El Huesca B ha ido escalando posiciones en la tabla desde el inicio del campeonato con mucha seguridad, sobre todo, en el acierto ante el marco contrario, hecho avalado al ser el conjunto con mejor puntería en el marco rival.
En el debe de las once jornadas disputadas hasta la fecha, la máxima dependencia de los vaivenes en la plantilla. El Huesca B ha utilizado a veintiocho futbolistas hasta el momento y, de todos ellos, ninguno ha estado la totalidad de los minutos sobre el césped. Solo hay cuatro jugadores que hayan salido todos los partidos y de entre ellos, Alarcón es quien más completos ha jugado, ocho.
Ante todo esto, el CD.Caspe debe superar, de una vez por todas, la dinámica de resultados que atraviesa y cuenta, además, con el convencimiento del vestuario de que se están haciendo las cosas los suficientemente bien, como para recibir el premio a esa disposición individual y colectiva de la plantilla.
En cuanto a los precedentes, el conjunto caspolino ha jugado tanto con el primer equipo oscense como con el filial. Con estos y en las dos últimas temporadas, los caspolinos han recibido la cara y la cruz de la competición: tres a cero en la 22/23 y cero a uno en la 23/24.